Los Fondos Europeos están más que justificados en lo que se refiere al sector mobiliario español con solo conocer un dato. Y es que, solo en Madrid existen al menos 3.500 edificios que carecen de cualquier característica que les proporcione cierta capacidad de eficiencia energética. Una situación que es similar en cualquier otro punto del territorio nacional y que pone de manifiesto la necesidad de modernización y transformación del sector de la rehabilitación en España.
Una de las causas que explican esa falta de acondicionamiento energético de las viviendas españolas es que la actividad de edificación se centraba en la construcción de nueva obra, dejando de lado las reformas o rehabilitaciones. Por eso es tan importante el cambio de paradigma que supone la llegada de estos fondos europeos.
Basta analizar el Real Decreto que regula estos fondos para entender cómo estamos en un punto de no retorno en la modernización y transformación del sector de la rehabilitación. Porque en el mismo, se articula el PRTR (Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia) en seis programas concretos. Y, aquí está la clave, cinco de esos programas se centran en actuaciones de rehabilitación energética de edificios ya existentes, mientras que solo uno se dedica a impulsar la construcción de nueva vivienda, además limitada al alquiler social.
No solo existen carencias en lo que respecta a la cantidad de viviendas antiguas que requieren de una importante actuación de rehabilitación energética. Es que, además, es lento el ritmo en el que estas reformas se están acometiendo. Pensemos que, actualmente, se rehabilitan unas 30.000 al año. Y, para cumplir las expectativas de los planes nacionales y europeos, la cantidad anual de rehabilitaciones debería estar alrededor de las 300.000.
Es importante recordar que el objetivo y el compromiso de los países de la UE está claramente fijado en la Agenda 2030. Ese es justo el año en el que todo el parque de viviendas debería haberse actualizado en materia de eficiencia energética.
Si siempre es recomendable aunar esfuerzos y crear vías de entendimiento y colaboración entre las empresas del sector público y del sector privado, en esta ocasión es imprescindible que se produzca. Los 70.000 millones de euros que van a llegar en forma de subvención directa, tienen un 10% que se debe destinar a esa rehabilitación de la edificación de los centros urbanos.
Las dimensiones de estas ayudas no llegarán a convertirse en acciones concretas si no existe una verdadera movilización de las administraciones públicas y las empresas privadas de forma coordinada.
Además aunar esfuerzos, como decíamos al principio, es imprescindible un cambio y modernización en el sector de la rehabilitación en España. Hasta ahora, el 90% de las obras de reforma que se llevan a cabo en nuestros edificios de viviendas se concentran en acciones de conservación y de accesibilidad.
Sin embargo, el RD y los Next Generation dejan claro que para obtener estas ayudas es requisito imprescindible que, mediante esas obras, se consiga una reducción del 30% del consumo de energías no renovables. Así, enlazamos con el inicio de este artículo donde ponemos de manifiesto que hay un potencial de entorno a las 200.000 viviendas que carecen absolutamente de cualquier aislamiento energético.
Sin duda, las cifras hablan por sí mismas sobre la ingente e ilusionante carrera que tenemos por delante las empresas que nos dedicamos a la rehabilitación energética de viviendas. En CEPROSAN, desde luego, ya llevamos tiempo inmersos en esa modernización de nuestras actividades.