Vivimos tiempos en los que ahorro y eficiencia energética son conceptos inherentes a nuestra calidad de vida presente y futura.
Climatizar áreas habitacionales o espacios colectivos; oficinas, centros comerciales, culturales, etc., equivale a un alto consumo de energía si los edificios no están aislados térmicamente de forma adecuada, en otras palabras, si no son eficientes.
La eficiencia energética en edificios, reducirá el consumo de energía a través de medidas como el cambio de alumbrado, la optimización de los espacios y el recubrimiento de las fachadas con sistemas de aislamiento térmico.
Reduciendo la demanda de energía, aumentando la eficiencia energética de las instalaciones e incrementando el uso de energías renovables
Un edificio energéticamente certificado consigue reducir la demanda de calefacción y refrigeración de forma notable.
Construir y rehabilitar edificios eficientes reducirán su dependencia energética, y para ello una legislación adecuada en este ámbito contribuye a alcanzar dicha mejora.
El Consejo de Ministros aprobó el 20 de diciembre de 2019, el Real Decreto de Modificación del Código Técnico de la Edificación, una herramienta legislativa óptima para la mejora de la eficiencia energética de los edificios.
Nuestras ciudades son progresivamente más exigentes en lo urbanístico, pero también en la responsabilidad medioambiental de sus habitantes.
Para cubrir estas necesidades desde al ámbito oficial, el Real Decreto acoge el nuevo Documento Básico de Ahorro de Energía y la nueva sección del Documento Básico de Salubridad, dedicada a la protección de los edificios frente a la exposición al gas radón.
Tomando como puente este vehículo legal, los edificios mejorarán sus prestaciones gracias a la efectividad energética, así como la seguridad de los usuarios, su salud y confortabilidad.
El Real Decreto, además recoge el Documento Básico de Seguridad en caso de Incendio. El texto regula que las acciones necesarias para la prevención de la propagación del fuego a través de las fachadas, sean conciliables tanto con las nuevas exigencias de ahorro energético, como con la innovación tecnológica del sector.
Ventajas de mejorar energéticamente los edificios.
Desde la entrada en vigor del nuevo reglamento, las nuevas construcciones serán energéticamente eficientes, teniendo en cuenta que la mayor contribución de energía debe de ser renovable.
Esta actuación supondrá una reducción del consumo energético en torno a un 40% de media, en relación con las actuales edificaciones.
Resumiendo, las medidas reglamentarias en el ámbito de la eficiencia energética de los edificios, mejorarán la calidad de las envolventes térmicas a través del uso de tecnologías eficientes y sostenibles. Además, con un mínimo consumo energético se lograrán altas cuotas de confort para sus usuarios, y benevolencia para el medioambiente.
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