Cubiertas planas o inclinadas: diferencias técnicas
Uno de los elementos más determinantes en cualquier edificación es el techado. Afecta a la estética, pero también tiene repercusiones directas en su aislamiento y eficiencia energética. Por nuestra experiencia en proyectos arquitectónicos y de rehabilitación de edificios, sabemos que una de las dudas más frecuentes se refiere a las diferencias técnicas entre las cubiertas planas o inclinadas. De ahí que nos parezca interesante detenernos en analizar las cualidades y características de ambas opciones.
La elección entre cubiertas planas o inclinadas
Como hemos adelantado, inicialmente parece que la elección entre una cubierta plana o una inclinada tiene que ver con preferencias meramente estéticas. De hecho, se suele identificar las cubiertas planas con edificaciones de diseño más moderno, mientras que las cubiertas inclinadas se relacionan con un estilo arquitectónico más tradicional e, incluso, se asocia a construcciones que buscan imitar un aire rústico.
Sin embargo, la realidad nos demuestra que ambas opciones pueden encajar en cualquier proyecto de edificación, independientemente del estilo que tenga. Los arquitectos disponemos de otros elementos con los que jugar para conseguir que las cubiertas planas y las inclinadas reflejen el estilo por el que el propietario se ha decidido.
Además, tenemos que recordar que a veces no existe la posibilidad de elegir, porque existen limitaciones de carácter legal o administrativo que exigen adoptar un tipo de cubierta determinado. Y, finalmente, los condicionantes técnicos propios de las características de cada modalidad de cubierta suponen otra restricción en esta elección, como vamos a detallar.
1.Características técnicas de las cubiertas inclinadas
La principal diferencia técnica que existe entre las cubiertas inclinadas y las planas se refiere a la forma en la que se aborda el tema de los desagües en ambas soluciones. En el caso de una cubierta inclinada, sencillamente la fuerza de la gravedad se ocupa de este asunto, haciendo que el agua se deslice sin obstáculos hacia los aleros de la edificación.
Como consecuencia, al desarrollar un proyecto de rehabilitación o de edificación con cubiertas inclinadas, los responsables del mismo solo tenemos que asegurarnos de que el revestimiento elegido esté perfectamente colocado. Más que en los materiales usados para ese revestimiento, que suelen ser la teja cerámica, la chapa o la pizarra, en lo que hay que poner especial atención es en las juntas, comprobando que hay continuidad en ese deslizamiento de las aguas.
2. Características técnicas de las cubiertas planas
Las cubiertas planas parten con la desventaja de no contar con esa gravedad natural para que se produzca el desagüe. Por tanto, hay que diseñar una solución constructiva que garantice ese evacuado imprescindible del agua. De no hacerlo así, nos arriesgamos a que se produzcan peligrosas balsas o piscinas de agua en las techumbres, incluso cuando caen unas pocas gotas de lluvia.
En primer lugar, siempre es imprescindible asegurar una perfecta impermeabilización en las cubiertas planas. Y, como actuación clave, se procede a instalar sumideros, con sus correspondientes bajantes para que se desagüe hasta la última gota de agua que cae sobre el tejado.
La forma de garantizar este completo vaciado pasa por calcular el número de sumideros, que será proporcional a la superficie total del tejado. Pero, además de la cantidad de sumideros, hay que realizar una modificación estructural para conseguir una leve inclinación, la suficiente para que el líquido se deslice fácilmente.
En CEPROSAN te asesoramos sobre las ventajas e inconvenientes de optar por cubiertas planas o inclinadas y te aconsejamos sobre la solución más eficiente para tu proyecto concreto. Pero, sobre todo, nos ocupamos de diseñar y ejecutar las actuaciones específicas que requiere cada tipo de cubierta, para que realmente saques todo el partido a sus propiedades.